¿Es un país? ¿Un Principado? ¿Un paraíso natural? ¡Es Andorra! Menudo destino pirenaico te espera si te vas de escapada a tierras andorranas. Aunque su tamaño es modesto, un par de días no te bastarán para descubrir todos sus encantos. Pero no te preocupes, después de tu primera visita, seguro que querrás volver a Andorra.
Planes que no te puedes perder en Andorra
Los paisajes de Ordino
En la parroquia de Ordino encontrarás rincones para descansar, pasear y relajarte en cualquier época del año. Eso sí, cada estación tiene su magia. En invierno, el lago helado de Tristaina y las cumbres nevadas es todo un espectáculo para la vista. Con el buen tiempo, la flora autóctona adorna los caminos que conducen a este tesoro andorrano.
Verano en Comapedrosa
La Massana, otra parroquia ideal para los amantes de la naturaleza. Las rutas del parque natural del valle del Comapedrosa te llevan a lugares mágicos, especialmente en verano, cuando el clima permite el acceso a las zonas más altas del Principado. ¿Quieres tocar el cielo andorrano? Lo tienes a casi 3000 metros de altura, en el pico del Comapedrosa.
A caballo entre montañas
La ventaja de las escapadas a Andorra es que dispones de senderos asequibles, perfectos para montar en bici y de rutas maravillosas para recorrer a caballo, ¡y en medio de los Pirineos! El camino del lago Engolasters es una de las rutas más recomendables en primavera y en verano, con unas vistas preciosas y algún que otro punto de descanso donde merendar.
De pesca en aguas andorranas
¿Pescar en los Pirineos? Sí, es posible, y en Andorra tienes ríos y lagos para comprobarlo. El cauce del Gran Valira es una maravilla, pero no se puede comparar a las tardes de pesca en los lagos andorranos. Pessons, Angonella, Engolasters, Tristaina... lagos repletos de truchas y salmones que pondrán a prueba tu técnica de pesca.
Escapadas y escaladas
Está claro: si te escapas a los Pirineos, tienes que probar la escalada, preferiblemente en Solà de Enclar. Se trata de la zona con más rocódromos de todo el Principado. Desafía el vértigo y la gravedad, las vistas lo merecen. Además, si tienes suerte, puede que avistes algún águila real surcando los cielos andorranos a más de mil metros de altura.
Y los esquíes, ¿pa' cuándo?
Vale, estás en Andorra, en medio de los Pirineos. ¿Qué tal un poco de esquí? No hay escapada otoñal-invernal andorrana que no incluya una tarde en Pas de la Casa, en la parroquia de Encamp, de camino a Grandvalira. La estación de esquí es famosa, no solo por su tamaño, la calidad de sus pistas o su proximidad con la frontera francesa, sino que también por sus restaurantes.
Un baño relajante en Escaldes-Engordany
Escaldes-Engordany merece una visita por su belleza natural, pero si además te ofrece un balneario de lujo, ¿cómo te vas a negar? Bautizado como Caldea, el centro termolúdico de la parroquia es famoso por su estructura de acero y sus instalaciones termales. Una auténtica obra de arte que sorprende a la vista, relaja la mente y cura el cuerpo. ¿Conoces una terapia más efectiva?