¡Cuánto arte! Lograr dar un toque contemporáneo y de diseño a un magnífico castillo del siglo XIII, todo con elegancia y armonía, es la apuesta que le ha salido bien al Château de Salettes. Saborearéis momentos inolvidables en el recinto de sus viejas piedras y descubriréis la estupenda región del viñedo de Gaillac.
Atractivos turísticos no le faltan, y no tendréis bastante con dos días para poder admirar los pueblos medievales, las grandes extensiones de viñas, el museo Toulouse Lautrec, Albi y su catedral, o incluso las célebres gargantas de Tarn.
A la vez propiedad vitícola y hotel con encanto, el Château de Salettes desprende una autenticidad que no os dejará indiferente. Su decoración y mobiliario, elegidos con gusto, os encantarán por su elegancia intemporal. En un ambiente acogedor, sobriedad y pureza se fusionan con gracia. Concedeos una pausa para vivir bajo el signo del reposo, admirad los paisajes de ensueño.... y relajaos en sus habitaciones de absoluta belleza.
Su acomodación, en las torres del castillo y la muralla, les otorga originalidad y privilegia la paz y el descanso.
El restaurante aparece mencionado en las guías Gault et Millau, Bottin Gourmand, Michelin y Champerard. El talento del chef Ludovic DZEWULSKI (una estrella obtenida en la guía Michelin en 2008) radica en su simplicidad y creatividad. Es una cocina innovadora, moderna, que varía en función de la temporada.