El hotel está formado por un antiguo convento y un anexo moderno. El antiguo refectorio de los hermanos de San Luis, con sus ventanas abovedadas y su techo auténtico, acoge hoy en día el bar/brasserie del hotel. Allí reina una atmósfera a la vez familiar y nostálgica. El hotel ofrece amplias habitaciones modernas y equipadas para vuestro confort. Junto a la brasserie se encuentra una gran terraza donde da gusto ponerse al sol, resguardados del viento. El hotel en sí es un edificio aparte construido tras la marcha de los hermanos al no poder permitirse tal lujo. Podréis pasar momentos de exquisito esparcimiento en este espacio de relajación donde encontraréis entre otras cosas una sauna, un baño de vapor turco, una instalación Viking Spa, un banco solar, una sala de relajación y duchas.