Las habitaciones de lujo son especialmente amplias y disponen de un rincón salón independiente de la habitación propiamente dicha. La cocina es internacional, con acento francés. Podréis saborear un buen trago en el marco genuino del Grand Café y, cuando el tiempo lo permita, instalaros en la terraza exterior para gozar de una bonita vista. Si sois de naturaleza más activa, el hotel os propone su piscina y su pista de tenis. Y tras el esfuerzo viene el relax, en el centro de belleza o en la antigua biblioteca inglesa.