El hotel Moulins du Duc consta de dos molinos bretones del siglo XVI, ocultados en un entorno verde, verdadero paraíso en medio del valle de Bélon. El molino utilizado para la recepción y el restaurante fue construido por encima de una cascada de agua, que se convierte en río y se escapa más abajo. Alrededor del molino, bonitas casas de granit acogen las habitaciones. Éstas, renovadas, están equipadas para tu comodidad y tienen una decoración de estilo clásico y alegre, muy bonito. El chef Thierry Quilfen, a menudo recompensado por las guías más importantes, propone una cocina gastronómica que mezcla productos de la tierra y del mar. Para relajarte, podrás disfrutar de la piscina o dar un paseo en el parque.