¿Buscas escaparte de la multitud y vivir una experiencia diferente en un entorno natural? Pues tenemos algo para ti, lugares que parecen sacados de otro planeta, paisajes de postal, parques en los que disfrutar de la naturaleza en su estado más puro y en la mayoría de los casos de la calma más absoluta.
Descubre nuestros Parques Nacionales favoritos
1. Parque Nacional de Timanfaya (Lanzarote)
Si no fuera por el intenso azul del cielo, muchas fotos tomadas en el Timanfaya parecerían que son de Marte. Por eso el Parque Nacional de Timanfaya es uno de esos sitios de pura y extraña belleza que deberías visitar al menos una vez en la vida. Ubicado junto a la costa occidental de la isla de Lanzarote, a este espacio protegido se le conoce también como las Montañas de Fuego.
Para realizar el recorrido por el Parque Nacional de Timanfaya debes dirigirte al Islote de Hilario, el punto desde donde salen los autobuses (guaguas) que recorren algunas de las carreteras del parque. El tour dura 30 minutos aproximadamente. Si quieres ver algo diferente y curioso, no te pierdas cómo cocinan carne y pescado en rocas volcánicas calentadas por la lava en el subsuelo.
2. Parque Nacional de Garajonay (La Gomera)
En la Gomera te espera este parque surcado de barranco y repleto de bosques de laurisilva. Un lugar que te embrujará y te hará sentir que estás en el escenario de un cuento de hadas. Pasea por esta selva de origen prehistórico, siente el frescor de la tierra húmeda y escucha el susurro de las copas de los árboles meciéndose lentamente.
Garajonay es un paraíso para los amantes del ecoturismo, siendo el punto más destacado de la isla el Alto de Garajonay con 1.457 metros de altura y desde el que se domina toda la vista de la isla. No te vayas de la zona sin conocer el silbo gomero, la forma de comunicación que los antiguos pobladores de la isla usaban para comunicarse entre barrancos.
En pleno Pirineo oscense y la comarca de Sobrarbe se ubica este parque que te recomendamos visitar tanto si eres aventurero, amante de la naturaleza, escalador o familia con niños. Aquí podrás observar diferentes ecosistemas en los que viven las especies más representativas de la flora y fauna de esta cordillera.
Cualquier época del año es ideal para descubrir Ordesa y Monte Perdido. Pero, la primavera y el verano te ofrecerán un paisaje que te cautivará. ¡Tenlo en cuenta para tu próxima escapada!
Al norte de Lleida, entre las comarcas del Pallars Sobirà y la Alta Ribagorça, se encuentra uno de los tesoros naturales mejor conservados de la geografía española, el único parque nacional de Cataluña.
¿Por qué merece la pena visitarlo?
- Por sus lagos (estanys), siendo el más destacado el Lago de San Mauricio, al pie de la montaña de Els Encantats.
- Por ser un paraíso para las actividades al aire libre como senderismo, alpinismo o BTT.
- Por las rutas e itinerarios que permiten a los amantes de la montaña descubrir este paraje.
Entre Asturias, Cantabria y Castilla y León se localiza el Parque Nacional de los Picos de Europa, el ejemplo perfecto del ecosistema atlántico.
Dentro del Parque Nacional de Picos de Europa, los sitios más destacados son: los Lagos de Covadonga, el Santuario de Covadonga, Sotres, el Pico Uriellu, la Ruta del Cares, Potes, el Desfiladero de la Hermida. Además, alberga un tesoro faunístico: oso pardo, urogallo, rebeco, lobo ibérico...
6. Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real)
Considerado como uno de los humedales más importantes de España, Las Tablas de Daimiel es un Parque Nacional situado en Ciudad Real que se formó en la llanura de dos ríos muy distintos: el Guadiana y el Gigüela. Un río de agua dulce y otro de agua salada que han conseguido que la visita a este parque sea algo particular.
Adentrarse en las Tablas de Daimiel es sumergirse en el último representante del ecosistema denominado tablas fluviales y en un hábitat con mucha diversidad tanto vegetal como faunística. La entrada es libre y gratuita a través de los itinerarios, aunque si quieres una visita guiada, deberás reservar con antelación.
7. Parque Nacional de Doñana (Huelva - Sevilla - Cádiz)
Dunas, playas infinitas, marismas llenas de vida, bosques, acantilados, cotos y pinares componen el Parque Nacional y Natural de Doñana. Un mosaico de paisajes y contrastes que alberga en su interior una biodiversidad única en Europa y lugares que no te puedes perder como la famosa aldea de El Rocío, el Asperillo o el pinar de la Algaida.
Una curiosidad: las dunas de Doñana fueron el escenario que escogió David Lean para recrear el desierto en la película Lawrence de Arabia.
8. Parque Nacional de Sierra Nevada (Granada - Almería)
Sierra Nevada se halla entre Granada y Almería. Fue declarado en 1986 Reserva de la Biosfera por la UNESCO y desde 1999 forma parte de la Red de Parques Nacionales. En sus faldas encontrarás la mayor concentración de endemismos botánicos de Europa. Este parque aúna belleza e importancia ecológica, sin olvidar que en él se erigen los picos peninsulares más altos, Mulhacén y Veleta.