La Costa Blanca es conocida por sus grandes playas urbanas, ideales para llevar a la familia o darse un baño con los colegas. Pero más de 200 kilómetros de línea costera dan para mucho. Hay vida más allá de las playas kilométricas de Calpe o Benidorm. Si buscas calas íntimas y bonitas para despertar tu lado más romántico, las encontrarás en este paraíso levantino:
1. El Moraig
Entre Jávea y Benitachell se esconde un tesoro natural protegido por acantilados. ¿Pensando en revivir una cita con el mar de fondo? Las vistas desde lo alto de la cala del Moraig te serán de gran ayuda, sobre todo si te va el turismo activo. Y es que en esta calita hay túneles y cuevas para echar una jornada completa de espeleología submarina.
2. La Caleta
Imagínate una cala desierta, de aguas mansas y ambiente tranquilo. Ahora añade una localización poco conocida y un acceso exclusivo para espíritus curiosos. Es la pequeña playa de la Caleta, el contrapunto perfecto a las playas familiares de la zona de Villajoyosa. ¿Quieres relajarte y tostarte al sol con tu pareja lejos del bullicio? Sin duda, esta es la cala de tus sueños.
3. El Portet
Cuesta elegir una playa de Moraira para escaparse, pero El Portet es una cala que merece la pena visitar. No hace falta mucho para que surja el amor en este rinconcito de la Costa Blanca. Un atardecer frente a las aguas turquesas del Mediterráneo, con las colinas de la bahía como telón de fondo. Y, si además te buscas un hotel con piscina para relajarte, el flechazo está asegurado.
4. La Fustera
¿Quieres una escapada romántica que tenga de todo? El plan es simple: alójate en Calpe para tener acceso a playas con todo tipo de servicios y deja los momentos entrañables para calas cercanas. La Fustera es una buena opción para encontrar el equilibrio perfecto entre las playas urbanas del peñón de Ifach y el ambiente tranquilo de las calas románticas de la Costa Blanca.
5. Les Rotes
Las mejores calas son aquellas con las que no esperas encontrarte. Te vas de escapada a Dénia y te topas con una cala como la de Les Rotes, que no parece ser demasiado especial. Luego, encuentras pequeñas explanadas entre las rocas y compruebas que es un lugar ideal para disfrutar del murmullo de las olas, ya sea tomando algo a primera hora o esperando la puesta de sol.