Sus entramados de madera y sus techos inclinados característicos de las casas solariegas y de veraneo de la Belle Époque no son el único que distingue al hotel Hermitage Barrière. En el paisaje tranquilo de La Baule, subrayan la calidad de vida y la simplicidad de una elegancia que se refleja hasta en los escalones que, desde la terraza y las dos piscinas de agua de mar climatizada, conducen a la playa. Un destino refinado para los amantes del relax y del fitness.
La costa del Atlántico es una playa ilimitada que abre sus horizontes a quienes vienen a practicar deportes náuticos, equitación, tenis, golf... o sencillamente a respirar.
Entre pinos que protegen del sol y un mar turquesa, la bahía más famosa del Oeste ha convertido a La Baule en la reina de las estaciones, considerada ya una de las 30 más bonitas del mundo. Tanto en verano como en invierno, es un sitio ideal para todo tipo de actividades para mantener la forma con la talasoterapia. Con su temperatura moderada, la naturaleza abierta es pródiga en tesoros: la fabulosa reserva de aves del Parque Natural Regional de Brière, las salinas de Guérande... Mención de gourmet para la gastronomía, con sus viveros y sus productos locales.
Sentarse a la mesa en el Eden Beach, restaurante especializado en pescados y crustáceos del hotel Hermitage Barrière, es disfrutar del placer único de una mesa dispuesta "en la arena" frente a la bahía de La Baule... ¡Un momento ineludible en una escapada de gourmet!
¡Este restaurante instalado en la arena es el sitio de La Baule que no te puedes perder!
El Hôtel Hermitage Barrière se caracteriza por lo azul: su techo de pizarra se alza desde hace un siglo bajo azul de la bahía, y al pie de la terraza hay unos escalones que van más allá de la arena hasta el mar.
Venid a nadar durante todo el año en el agua de mar (a contracorriente si así lo deseáis) y descubrid nuestra piscina climatizada, ¡y luego disfrutad en la terraza orientada al sur que hay cerca de la piscina de un almuerzo de lo más relajado!