La exquisita arquitectura neorrománica del Royal-Thalasso Barrière, construido en 1896, explica a través de sus boiseries, sus molduras o su consejería esa sutil mezcla de confort británico y recuerdos de baños de mar que envuelve al hotel. Era la Belle Époque, y la gente venía aquí "de veraneo". Hoy en día, las los matices de la decoración enfatizan discretamente esta herencia que añade a la tranquilidad la sensación de desconectar. Os espera una acogida personalizada para abrir un paréntesis de bienestar.
La costa del Atlántico es una playa infinita que abre sus horizontes a quienes vienen a practicar deportes náuticos, equitación, tenis, golf... o simplemente a respirar.
Entre pinos, parasoles y un mar turquesa, la más famosa de las bahías occidentales sitúa a La Baule como reina de las estaciones, considerada actualmente una de las 30 bahías más bonitas del mundo. Tanto en verano como en invierno, el sitio invita a ponerse en forma mediante la talasoterapia. Bajo una temperatura suave, la naturaleza desbordada prodiga sus tesoros: la fabulosa reserva de aves del parque natural regional de Brière, las marismas de Guérande... Mención de gourmet a la gastronomía, entre viveros marinos y productos de proximidad.
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