Con el otoño en su pleno apogeo, los paisajes y bosques se tiñen de tonalidades ocre, naranja, rojo y amarillo representando estampas tan bonitas que parecen sacadas de la paleta de colores de un pintor. Te recomendamos algunos sitios imprescindibles para captar cómo el paisaje se transforma. ¡Descúbrelos!
Cuáles son los lugares más mágicos para fotografiar paisajes otoñales
Un paraíso de la naturaleza en el Valle de Hecho ubicado dentro del Parque Natural de los Valles Occidentales, en la parte occidental de Pirineo oscense.
La Selva de Oza con sus robles, hayas y pinos centenarios es uno de esos parajes que merece la pena visitar en otoño y que te cautivará si eres de esas personas que van de ruta con la cámara al hombro.
En sus 20949 hectáreas se esconde un bonito paisaje kárstico que parece sacado de una obra del impresionismo otoñal, en este caso en las sierras de Navarra. Adéntrate en el bosque que conduce hasta el nacedero del Urederra. Camina entre una paleta de colores que se convierten en un auténtico espectáculo para la vista y que no podrás dejar de fotografiar.
No te pierdas el nacimiento del río Urederra, donde el agua es de un impresionante azul turquesa. Eso sí, para visitarlo necesitas tener una entrada, puesto que el acceso se limita a 450 personas/día. Así que si vas a ir te aconsejamos reservar con antelación.
En Pontevedra existe un lugar mágico que cobra vida con la llegada del otoño y en el que la mezcla de colores te invita a fotografiar cada esquina. Emplazado a las afueras de la villa de Lalín, a medio camino entre Ourense y Santiago, esconde un bosque con castaños y robles centenarios. Cuentan que aquí Emilia Pardo Bazán escribió varios capítulos de Los pazos de Ulloa, aunque nadie lo puede asegurar a ciencia cierta. Así que ahora ya sabes por qué Fraga de Catasós es uno de esos sitios que inspiran.
Al norte de Cuenca se encuentra un verdadero paraíso en el que al atardecer los colores iluminan las paredes rocosas, intensificando sus característicos rojizos. Un lugar que te encantará si eres de esos a los que le gustan los paisajes otoñales y el turismo activo en plena naturaleza. Además, de hacer fotografías podrás recoger setas. Suena bien el plan, ¿no?
En la Montaña Central Leonesa se localiza uno de los paisajes otoñales más bucólicos y mágicos, el hayedo de Ciñera de Gordón, más conocido como el “Faedo”.
En este bosque las verdaderas protagonistas son las hayas centenarias. Además, alberga a Fagus, uno de los hayedos mejor cuidados de España y que tiene más de 500 años.
Si vas a hacer una escapada a León no te pierdas este paraje natural que parece sacado de un cuento de hadas y brujas. Y no te olvides de mirar la copa de los árboles, porque por allí sobrevuelan pájaros carpinteros y herrerillos. Y quién sabe tal vez veas a Haeda, el hada del bosque.