¡Que nadie se enfade! Somos conscientes de que se nos queda alguno en el tintero, y estamos seguros de que también rebosan encanto por los cuatro costados. Los dejamos para el próximo viaje a la zona. ¿Qué te parece? De momento, prepara la maleta porque en un fin de semana en La Garrotxa puedes ver muchísimo.
Vamos a hablarte de algunos de los pueblos garrotxins más célebres, creando además un recorrido bastante oportuno para que no te pierdas ninguno en el tiempo de un fin de semana.
Un bien de Interés Cultural en el que no te puedes perder el Barrio Judío y los Baños, pero, sobre todo, el imponente Puente Viejo, sobre el Río Fluviá (baja a la ribera y róbale una instantánea mientras se refleja en el agua).
Tortellá
Su puente románico de Llierca es todo un símbolo de la Alta Garrotxa, se merece que hagas un alto en el camino para posturear un poco.
Castelfollit de la Roca
Un bucólico pueblo construido al borde de un risco de 50 metros de altura, el pueblo en sí es también bonito, pero la foto está desde fuera y abajo, donde podrás apreciar la magnitud del acantilado.
Sant Joan les Fonts
Ojo que este pueblecito tiene unas coladas de lava de más de 7 millones de años y verlas desde el salto de agua del Molí Fondo resulta una estampa increíble.
El Mallol, Sant Privat y Hostalets d’en Bas
Son tres joyas muy pequeñas y se visitan en unos minutos, pero forman un conjunto paisajístico imperdible.
La verdad, no recibe todos los piropos que se merece ya que es uno de los más bonitos de toda la provincia y alberga la plaza medieval mejor conservada.
¡Un extra!
Algo más al norte, ya en El Ripollés pero lindando con la comarca de La Garrotxa se encuentra Camprodón, mucho más pirenaico y de montaña, con un encantador puente medieval.