La vuelta al cole puede llegar a ser estresante, aunque con una escapada en familia todo se supera. Apúntate estos planazos para vivir un fin de semana de aventuras con los peques entre castillos medievales: ¡una historia para reyes y princesas!
Compartir escapadas con los niños es lo más parecido a revivir la infancia, sobre todo si hay castillos de por medio. Si hablamos de uno de los mejores conservados de España, te animarás. Si te decimos que hay revuelto campero para comer, ¡seguro que empiezas a hacer la maleta!
Un viaje con niños siempre está lleno de emociones, pero se multiplican cuando te alojas en un palacio frente al Cantábrico. Lo bueno del Palacio de Oriol, además de su preciosa fachada y sus habitaciones amplias, es su ubicación. Está tan cerca de Bilbao, que tendrás que ir con los peques a probar unos pinchos.
Revuelto campero, pinchos de tortilla… Está claro que a los niños se les convence para viajar apelando al estómago. Y cuando se trata de comer bien, los restaurantes asturianos se llevan la palma. Alójate en el palacete de La Zoreda y pásate por la capital para que los niños prueben un buen capocho ovetense.
El Señorío de Olmillos es un castillo con mayúsculas, y totalmente child friendly. Si quieres ahorrarte un pellizco, sus descuentos para los peques vienen bien. Y si quieres darte un homenaje, te agasajan con bombones, cava y un menú digno de reyes medievales. El lechazo al horno, ¡riquísimo!