Además de las increíbles ciudades, monumentos, gastronomía y la alegría que desprenden las personas que viven en Andalucía. El sur de España se caracteriza por los pueblos blancos: Arcos de la Frontera, Algar, Olvera, El Bosque y la Sierra de Grazalema. Estos han sabido mantener su encanto convirtiéndose en uno de los principales atractivos de la zona.
5 pueblos blancos de Andalucía que no te puedes perder
Arcos de la Frontera
Si solo pudieras elegir un pueblo blanco andaluz para tu escapada, debería ser Arcos de la Frontera. Es el inicio de las principales rutas por la zona, y el destino que ofrece una de las mejores vistas de la serranía desde el ‘balcón de Arcos’. Las catas de vinos locales son obligadas, además de una visita al lago.
En los Pueblos Blancos se come bien. El arte gastronómico de la Sierra de Grazalema se deja notar en los platos típicos de la zona, como el lomo de venado o la tarta de queso bañada con miel. Y, para quemar las calorías, lo mejor que puedes hacer es pasear hasta el atardecer por el Tajo del Águila.
Olvera
Los pueblos de la serranía gaditana son una ventana al pasado andalusí de la región, y el centro histórico de Olvera es un buen ejemplo. Templos neoclásicos, fortalezas musulmanas y casas señoriales comparten espacio en este bello pueblo ‘fronterizo’, que, además, forma parte de la vía verde de la Sierra.
El Bosque
Sí, hay bosques en El Bosque. Si te hace falta un fin de semana entre árboles, manantiales y riachuelos, este es tu sitio. Caminos no te faltarán para practicar senderismo, como el de La Pedriza o el de Los Pescadores. Y, si quieres descargar adrenalina, el Albarracín es perfecto para volar en ala delta.
Grazalema
Un pueblo que no puede faltar en cualquier ruta porque lo tiene todo es Grazalema. Después de contemplar la serranía gaditana desde el mirador de los Asomaderos, puedes visitar templos centenarios, comer platos tradicionales (como la caldereta de cordero) y entrar en contacto con la naturaleza recorriendo la calzada medieval.