Los paisajes de Galicia parecen sacados de una estampa caribeña o de un mundo de fantasía. Su patrimonio es milenario, contando historias que se remontan a tiempos en los que el mundo se acababa en su costa. Entre playas, faros y ciudades, aquí tienes 8 lugares imprescindibles para una escapada a la gallega:
1. Islas Cíes.
Un destino paradisíaco con aire caribeño frente a la costa gallega se merece encabezar cualquier top de escapadas. Hay quien dice que las Cíes fueron bautizadas por los romanos como las ‘islas de los dioses’, y parece que no se equivocaron. En pleno siglo XXI, el archipiélago alberga una de las mejores playas del mundo (la de Rodas) y un entorno natural ideal para ir de senderismo.
2. Finisterre
Un lugar donde se acababa el mundo tiene que ser especial. De nuevo, los romanos bautizaron con acierto este rincón del litoral gallego. Más allá de los monumentales acantilados de Finisterre, no había nada más que un océano inmenso. Al final, resultó que había un enorme continente al otro lado, pero de haberlo sabido nos habríamos perdido un montón de hórreos, petroglifos y dólmenes.
3. Mondoñedo
Mondoñedo rezuma patrimonio por los cuatro costados, un destino ideal para una escapada cultural. Tienes el barrio artesano, los restos de la muralla, una biblioteca repleta de incunables y una catedral con uno de los museos de arte religioso más valiosos del país. Y, por si fuera poco, puedes visitar la cueva más grande de toda Galicia, la del Rei Cintolo.
4. Torre de Hércules
Que la costa gallega esté llena de faros no sorprende a nadie, pero sí que impresiona saber que uno de ellos sea el más antiguo del mundo (de los que siguen activos). La Torre de Hércules fue levantada por los romanos cuando corría el siglo I, y desde entonces ha permanecido en pie. De hecho, por mucho que busques, no encontrarás otro faro romano que haya aguantado el paso del tiempo.
5. Faro de Cabo Vilán
El de Cabo Vilán es otro faro con historia. En plena Costa da Morte, gobierna una de las zonas más turbulentas del litoral gallego. Pero su principal reclamo es haber sido catalogado como el faro eléctrico con más solera del país. Bueno, por no hablar de la belleza de los paisajes que lo rodean.
Donde hay faros, hay playas. Galicia cuenta con una nutrida lista, liderada por la playa de las Catedrales. Está considerada como una de las mejores playas europeas por varios motivos: su riqueza natural, su valor ecológico y la belleza de sus formaciones rocosas. Son estas últimas las que, por su parecido a los arbotantes de los templos góticos, dieron nombre a la playa.
Hay playas que destacan por su belleza, mientras que otras lo hacen por el color de su bandera. A Lanzada es una de ellas, quizá la más destacada en este sentido, manteniendo sus dos kilómetros de arenal bien limpio. Lo mismo se puede decir de la limpieza de sus aguas, gracias a la cual se puede ver ondear la bandera azul en todo momento. Si te vas a dar el primer chapuzón del año, esta es tu playa.
Hablando de maravillas gallegas, no podía faltar Santiago de Compostela. La capital cuenta con el honor de haber sido declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, y con razón. Solo la plaza del Obradoiro se merece una distinción patrimonial, con una catedral centenaria por la que pasan millones de peregrinos al año procedentes de todo el mundo.