Aragón es conocida por sus balnearios y sus paisajes rurales, pero su cultura culinaria no se queda atrás. Desde los parajes del valle del Ebro hasta las serranías, pasando por la huerta la gastronomía aragonesa cuenta con productos con denominación de origen que no te puedes perder en tu escapada por esta tierra:
1. Aceite de Sierra del Moncayo
Junto con el aceite del Bajo Aragón, el líquido dorado que se obtiene en los olivares de la sierra del Moncayo es uno de los tesoros gastronómicos más preciados de esta región. Solo tienes que mojar un poco de pan para descubrir su sabor intenso, con una personalidad que no tiene nada que envidiar a los aceites andaluces.
2. Cebollas de Fuentes de Ebro
En Fuente de Ebro las cebollas son dulces y no pican. Su sabor es tan suave que se pueden comer incluso crudas. Normal que esta cebolla tan especial cuente con su propia denominación de origen. Reconcíliate con las cebollas en la comarca de Zaragoza, pero no hace falta que las pruebes crudas, ¡pruébalas en forma de crema!
3. Melocotón de Calanda
Endulzar el fin de semana es fácil en Aragón. Los melocotones de Calanda ya son lo bastante dulces, pero se pueden llevar a un grado superior con decenas de recetas tradicionales y de vanguardia. ¿No has probado el granizado, el sorbete o la mousse de melocotón de Calanda? Pásate por el Bajo Aragón y disfruta.
4. Jamón de Teruel
El jamón de Trevélez está considerado uno de los más sabrosos del país, pero tiene una digna competencia en el jamón de Teruel. Ya sabes, los cerdos granadinos son buenos, pero es hora de viajar a Aragón si quieres probar un jamón de máxima calidad (el primero en recibir la Denominación de Origen en España).
5. Ternasco de Aragón
Dicen los entendidos en gastronomía que para probar buena carne de cordero hay que pasar por Aragón. El ternasco aragonés tiene un sabor suave, pero además aporta una calidad de nutrientes que solo se encuentran en los productos tradicionales. Solo, al horno, con patatas o en salsa, tienes que probarlo si visitas Zaragoza.