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Top 8 Vive el invierno español como nunca

Destinos especiales para engañar al frío
4 de enero de 20213 min de lectura
Chica mirando el horizonte
Alpujarra, Granada

Pueblos diseminados por el monte como perlas, el blanco de sus casitas encaladas y de la nieve de Sierra Nevada; eso es la Alpujarra de Granada. No hay frío que valga cuando se trata de recibir el invierno al abrigo de restaurantes tradicionales entre Lanjarón y Trevélez, donde hacen un potaje con hinojo maravilloso y que se encuentran enmarcados en los mejores paisajes de la serranía granadina. Unos parajes ideales para realizar senderismo en pareja y, si tienes suerte, comer alguna mora alpujarreña silvestre por el camino.

2. Los Alcornocales


Parque Natural de Los Alcornocales

De norte a sur, la provincia de Cádiz viste su levante con un manto verde, Los Alcornocales. Solo el Estrecho detiene su avance hacia África, dando un toque extra de belleza a este espacio poblado de alcornoques, que en invierno se transforma en un destino perfecto para escapadas invernales. No en vano, está considerada como una maravilla natural dentro de Europa, seguramente por la riqueza de su ecosistema. Tiene que ser verdad, ya que los primeros pobladores de Andalucía eligieron sus gargantas, montes y bosques para establecer su hogar.

3. Hornachuelos


Buitre Leonado en el Parque natural de las Dehesas de Sierra Morena

¿Llevas tiempo queriendo practicar turismo ornitológico? Las aves rapaces de la reserva natural de las Dehesas de Sierra Morena te esperan, sobrevolando barrancos y embalses. Obsérvalas mientras recorres los caminos de la serranía cordobesa, preferentemente en Hornachuelo, en cuyos montes encontrarás las durisilvas en mejor estado de la región. En estos matorrales mediterráneos embellecidos por el clima de invierno, tienes espacio para relajarte en compañía de la familia o realizar rutas entre colegas.

4. Cazorla, Segura y Las Villas


Familia de ciervos, en las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas

Si a los paisajes nevados, las rutas de montaña y la observación de animales en libertad le sumas una gastronomía serrana de calidad, tienes como resultado una escapada al parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas. El rinrán cazorleño y el cordero segureño son auténticos manjares serranos, que se acompañan con carne de matanza y se rematan con dulces exquisitos, como la mistela. El plan está claro: darse un homenaje culinario al calor de una lumbre en un alojamiento rural con vistas a las sierra. ¡Menudo fin de semana!


5. Gredos


Garganta de Chilla en la Sierra de Gredos

Una sierra para relajarse o para activarse, lo que más te apetezca. En la Sierra de Gredos dispones de alternativas variadas: subidas al Almanzor para poner a prueba tus piernas, almuerzos memorables en el Valle del Tiétar (¡no te olvides de probar el típico somarro!), caminatas relajadas por las Cinco Lagunas, tardes de diversión con los críos entre tirolinas, pasarelas y puentes tibetanos, rutas a caballo por la serranía, piragüismo... Relax, ejercicio o actividades lúdicas en pleno corazón de la península, ¡tú eliges!

6. Las Ubiñas-La Mesa


Parque natural de Las Ubiñas-La Mesa

Asturias, siempre bella, más si cabe en invierno. Escápate al parque natural de Las Ubiñas-La Mesa y descubre cómo la nieve intensifica el atractivo natural de un paisaje lleno de contrastes: cuevas kársticas, desfiladeros, hayedos tupidos, picos imponentes, valles profundos... Naturaleza no falta, pero tampoco historia. Los parajes de Las Ubiñas-La Mesa conservan huellas de la historia reciente del país, destacando algunas trincheras de la Guerra Civil y no pocas brañas. En alguna de estas zonas de pastoreo se pueden ver incluso antiguas cabañas de teito, una auténtica puerta al pasado y a la tradición asturiana.

7. Montaña Palentina


Las Tuerces, Montaña Palentina

Pocas comarcas en España cuentan con tantas áreas protegidas como la Montaña de Palencia. Espacios naturales como Las Tuerces, Covalagua o Fuentes Carrionas y Fuente Cobre lo tienen todo para una escapada rural lejos de la civilización. Deja la tecnología y el ajetreo de la ciudad un par de días y sumérgete en la naturaleza en un entorno dedicado al turismo sostenible. Sobran actividades para disfrutar de la nieve: senderismo con raquetas, rutas entre cascadas y bosques, visitas guiadas a miradores e incluso vuelos en ultraligero para los más atrevidos.

8. Pirineo oscense


Monte perdido

El parque nacional de Ordesa y Monte Perdido comparte paisajes pirenaicos con los pueblos de la comarca de Sobrarbe, perfectos para descansar el fin de semana. En estos parajes del Pirineo aragonés tienes acceso a múltiples rincones naturales para realizar senderismo de montaña a tope o, simplemente, 'perderte' a los pies de su pico más alto. Camino de la cima de Monte Perdido, a casi 3400 metros de altitud, no dejes de visitar Puértolas. La belleza de sus casitas de piedra te dejará sin palabras, sobre todo si aprovechas el alto en el camino para degustar un buen plato de carne a la pastora.

Escapadas para respirar aire puro