El otoño ha llegado y con él las ganas de pasar nuestro fin de semana al aire libre para disfrutar de una naturaleza que se muestra en su mejor momento. Aquí tienes nuestros 10 destinos favoritos de esta temporada para que te inspires y... ¡dejes sin palabras a tus followers de Instagram con las fotos que colgarás durante tu viaje!
Parque natural de Montseny
El pulmón de Barcelona se transforma con la llegada del otoño. Los robledos, hayales y alcornocales mudan su verdoso color primaveral, dando paso a los tonos amarillentos y amarronados propios de la estación. ¿Imaginas un lugar mejor para relajarte en plena naturaleza practicando senderismo?
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Parque natural de la Sierra de Cebollera
En este bucólico rincón de La Rioja encontrarás parajes naturales para enamorar a tu pareja con las mejores estampas otoñales de toda la provincia. Este extenso parque natural poblado de pinos, tilos y olmos es un auténtico paraíso, ideal para despedir el verano recorriendo caminos pedregosos y alfombras de hojas de color ocre.
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Parque natural de la Laguna Negra
Si te gusta la idea de recorrer rutas cubiertas de hojas caducas, los bosques que abrazan la laguna glaciar de Urbión te encantarán. Además, la Laguna Negra está llena de magia y misterio, ofreciéndote multitud de historias para compartir con tus amigos. La leyenda más famosa, la de Machado, asegura que el lago no tiene fondo. ¿Te atreves a averiguarlo?
Parque natural de Gorbea
El norte peninsular ofrece parajes inolvidables todo el año, pero en otoño se supera. La zona de los Montes Vascos es el mejor ejemplo que podrías encontrar. ¿Quieres vivir el paso del verano al otoño en su mayor esplendor practicando montañismo? Los bosques de Gorbea, repletos de álamos, robles, hayas, sauces y fresnos, te están esperando.
Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido
En Huesca encontrarás uno de los parques naturales más antiguos de la península, y uno de los más bellos. Seguramente sea cierto, con sus senderos naturales, sus arroyos y cascadas rebosantes, y sus arbolados tintados de rojo y amarillo en pleno otoño. ¿Estabas planeando pasar el fin de semana en un lugar de ensueño? Deja de buscar y escápate a Ordesa.
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Parque natural de Somiedo
Imagina un lugar donde el tiempo parece detenerse, un paraje repleto de senderos naturales que unen cumbres y valles poblados de hayas, abedules y robles centenarios. Imagina un destino para relajarte caminando a la orilla de lagos glaciales, avistando manadas de osos en libertad o visitando pequeñas aldeas que no encontrarás en el mapa. Deja de soñar y vívelo en Somiedo.
Parque nacional de Cabañeros
Cabañeros es un destino de fantasía para tus sentidos gracias a la fragancia del romero, el colorido de los brezos y el sabor de los platos típicos de la zona. De hecho, si llevas tiempo queriendo darte un homenaje memorable, en Cabañeros podrás darte el gusto con un pisto manchego y unos embutidos de ciervo únicos en la región.
Parque natural Arribes del Duero
Recibir el otoño en este paraje leonés es todo un privilegio, especialmente si el senderismo se encuentra entre tus actividades preferidas. Los caminos que recorren sus cañones (los más profundos de la península) son exigentes, pero ofrecen numerosos paisajes de enorme belleza. Algunos están considerados como los más preciosos del poniente leonés, como las vistas del Duero desde el mirador de Las Escaleras.
Valle del Ambroz
¿Necesitas algo más que un paisaje de película para aprovechar una escapada otoñal? No te preocupes, el Valle del Ambroz celebra cada año su Otoño Mágico, una fiesta que celebra por todo lo alto el cambio de estación con decenas de actividades lúdicas y culturales. Escápate al norte de Cáceres y recibe el otoño disfrutando de mercadillos populares, conciertos, rutas de senderismo y recogidas de setas.
Selva de Irati
El bosque de Irati es perfecto para disfrutar del otoño, con uno de los hayedos más grandes del mundo y más de una docena de senderos cubiertos de con un manto de hojas rojas que parece no tener fin. ¿Quieres desconectar de la rutina y el bullicio, solo o en compañía? Adéntrate en el valle de Irati y descubre árboles centenarios de hasta 60 metros de altura, aldeas medievales perdidas entre montañas y lo mejor de la gastronomía navarra.