Una escapada a Barcelona siempre viene bien para despejarse y huir de la rutina. La Ciudad Condal es famosa por sus locales de ocio, sus tiendas de moda, su patrimonio cultural, su espíritu cosmopolita y su cocina mediterránea. Está claro que la capital catalana tiene mucho que ofrecer, aunque, cuando se trata de lugares míticos, existen 5 must.
El parque Güell
No se puede hablar de los encantos de Barcelona sin mencionar alguna maravilla arquitectónica de Gaudí. Obviando la emblemática Sagrada Familia, el parque Güell es probablemente su obra más bella, fusionando a la perfección naturaleza y arquitectura. Si te apetece relajarte dando un paseo matutino lleno de color y alegorías animales, el parque Güell es el sitio indicado.
El Barri Gòtic
Cataluña destaca en el mapa por la ingente cantidad de barrios medievales que pueblan la región, muchos de ellos en excelente estado de conservación. De hecho, en la propia capital tienes la oportunidad de pasear por calles de aire gótico, en las inmediaciones de la mítica Ciutat Vella, en busca de la catedral del Mar.
El Born
Se trata de otro barrio de corte medieval, donde encontrarás la famosa basílica de Santa María del Mar. El Born, barrio mellizo del Barrio Gótico y casi fusionado con él, es ideal para tomar un té, tapear a media tarde, sentarse a la mesa de un restaurante para sibaritas (preferiblemente en el mercado de Santa Catarina) o hacer un poco de turismo de shopping en sus tiendas de moda.
Las Ramblas
Después de relajarte paseando por la Barcelona medieval, es hora de sentir el contraste de las Ramblas, con su ambiente urbano y su bullicio amistoso. Partiendo de la plaza de Cataluña, tienes apenas un kilómetro para empaparte de la esencia de la Ciudad Condal. Lo mejor, el mercado de la Boquería, donde podrás hacer un alto para degustar lo mejor de la gastronomía tradicional catalana.
Montjuic
No puedes irte de Barcelona sin llevarte una panorámica de la ciudad desde el mirador de Montjuic. Además, el monte es todo un icono de la Ciudad Condal, así que la visita es obligada, aunque sea para quemar las calorías de las tapas o inmortalizar el viaje con una instantánea a los pies del castillo de Montjuic, un lugar marcado por la historia y la belleza del Mediterráneo.